Por qué el Holocausto todavía resuena hoy en día

09/Feb/2011

Iton Gadol, Abraham Foxman

Por qué el Holocausto todavía resuena hoy en día

Por Abraham H. Foxman 08.02.2011
Mientras los eventos del Holocausto van quedando en el tiempo, puede ser fácil perder perspectiva de la medida en la que la Shoá fue un fenómeno que cambió al mundo. Y, sin embargo, la necesidad de recordar esta tragedia monumental y entender sus lecciones solo aumenta en importancia, ya que no tienen tiempo y se aplican, hoy en día, más que nunca.
Como se ha hecho en los últimos cinco años, la ONU marca esta solemne ocasión con una serie de conmemoraciones en sus instalaciones de Nueva York y todo el mundo. Estos memoriales enfatizan la necesidad crítica de la comunidad de las naciones de internalizar las lecciones del Holocausto y de tomar acciones decisivas al enfrentarse al genocidio, el odio y la intolerancia.
Sin embargo, el trabajo de la ONU en este campo está lejos de ser completo. Hay mucho más que el cuerpo internacional puede y debe hacer para ir en contra de los discursos y crímenes de odio, el genocidio y otros actos inaceptables de intolerancia y fanatismo. Este objetivo esencial ha eludido a la ONU hasta la fecha.
El año pasado, el mundo fue otra vez testigo cuando el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, abusó de la plataforma de la ONU que se le había dado al desatar un ataque de antisemitismo y de negación del Holocausto frente a la Asamblea General. Mezclando su conocida retórica de ataque hacia Israel y América, Ahmadinejad también acusó a los Estados Unidos de orquestar las embestidas del 11 de septiembre.
A pesar de que la propaganda de Ahmadinejad va más allá de los límites de un discurso apropiado para el cuerpo mundial, pocos funcionarios condenaron públicamente sus dichos o destacaron su naturaleza maliciosa. Además, Ahmadinejad sigue siendo un invitado en una variedad de foros y funciones de la ONU.
Si una lección del Holocausto sobresale es que las palabras son poderosas y pueden llevar a terribles consecuencias si no se las controla. Hitler lanzó su campaña contra los judíos no con armas o alambres de espinas, sino con palabras. La retórica y beligerancia del líder de Irán es un ejemplo justo del tipo de actitud peligrosa que debe ser condenada y contrarrestada en todo momento.
De acuerdo con esto, las Naciones Unidas deben embeber el mensaje del Día Internacional de Recordación del Holocausto a sus actividades diarias y tomar una posición más fuerte contra todas las formas de fanatismo, incluyendo las acciones contemporáneas de antisemitismo. El discurso de odio que continúa siendo arrojado en los pasillos de la ONU debe ser condenado públicamente y frecuentemente. La actual imparcialidad institucional contra Israel debe ser dejada de lado, y las acciones extremistas anti israelíes o las retóricas anti sionistas deben ser distinguidas de las críticas legítimas sobre las políticas de Israel.
Uno de los legados más importantes del Holocausto es el concepto de “Nunca Más”. El mundo nunca más debe volver a callarse cuando se enfrente a la intolerancia, el perjuicio o el racismo; las buenas personas no deben volver a mantenerse en silencio cuando alguien es discriminado por quiénes son, cómo son, o por lo que creen. No se debe volver a permitir que el odio alcance tal nivel donde una tragedia pueda ocurrir.
Estas son las duraderas lecciones de la Shoá. El Holocausto no fue solo una tragedia judía, sino una tragedia universal. Todos los países deben condenar el odio e intolerancia cuando y donde saquen su horrible cabeza. Y lo más importante, todos tenemos la responsabilidad de educar y tomar acciones que aseguren que el Holocausto no se convierta nunca más en una realidad.
Abraham H. Foxman es el director nacional de la Liga Anti-Difamación (Anti Difamation League). Sus libros incluyen: “Las mentiras más mortales: El lobby de Israel y el mito del control judío” y “Judíos y el dinero: La historia de un estereotipo”.